miércoles, 30 de enero de 2013



Consejos y trucos sobre la conservación de los alimentos.

Guarda la verdura en la nevera, envuelta en la bolsa de plástico de la compra, durará mucho más, comprobarlo con los pimientos, las zanahorias, el perejil, el apio, las acelgas, las espinacas...

Las cebollas estropean las patatas cuando están en contacto. Separarlas.

No cortes con cuchillo la lechuga, ni otras verduras de hoja, pues se oxida y oscurece. Rómpela con las manos.

Si rebozas o empanas pescado con escamas que no vas a eliminar no reboces esa cara, pues si la escondes bajo el rebozado, seguramente no te va a gustar encontrarte las escamas en la boca.

Si has comprado mucha verdura y te crea problemas de espacio o de higiene en el frigorífico puedes limpiarla y precocinarla, para luego guardarla en mucho menos espacio en el frigorífico o en el congelador. 

Tienes varias opciones:
blanquearla (hervirla durante 5 minutos) o
cocinarla al vapor (puedes hacerlo rápidamente en la olla a presión) o
cocerla en el microondas (con agua o sin ella, según el tipo de verdura) durante unos minutos a la potencia máxima (800 W)

Cuando prepares salsa de tomate, aprovecha y cocina la de toda la semana. Congela una parte y así la tendrás siempre a punto. Cuando la vayas a utilizar, saltéala en la sartén, que has cocinado las albóndigas o en la paella, etc; de manera que tome el sabor de cada guiso.

Para preparar cualquier mermelada, hay que añadir la mitad de azúcar que de fruta (siempre bien madura) pelada y deshuesada. Es muy práctico que peses los desperdicios que vayas acumulando en una bolsa de plástico y lo restes del total de fruta. Por ejemplo: para preparar una mermelada de melocotón, hemos pesado 2 Kg de melocotones, los desperdicios pesaban 400 g. Así que, si en la olla quedan 1600 g de fruta limpia, tendremos que añadir 800 gr. de azúcar.

Para congelar alimentos crudos o cocinados porciónalos siempre primero. El pan congelado también debe estar porcionado, aunque lo guardes en la misma bolsa.

Para descongelar cualquier alimento, ya sea crudo o cocido, hazlo siempre dentro del frigorífico 24 horas antes.

Saca los huevos del frigorífico solamente si estás seguro de utilizarlos. Luego no pueden volver a guardarse, pues con los cambios de temperatura, la cáscara se fisura y se contaminan más rápidamente.

Nunca guardes nada caliente en el frigorífico, calentará el resto de productos que conservas pudiéndolos estropear.

Ten siempre cubitos o envases de hielo en el congelador. Te servirán para poder enfriar rápidamente una preparación que quieras conservar en el frigorífico.

viernes, 25 de enero de 2013

Consejos de Cocina Saludable para las Fiestas


Consejos de cocina para las Fiestas
Durante las Fiestas muchas personas suelen sufrir problemas digestivos o intoxicaciones debido al consumo de ciertos alimentos.

Según datos extraídos del sitio de salud del Dr. Oz, 75 millones de personas se enferman cada año a causa de los alimentos y cerca de 5.000 mueren.

Esto hace pensar que es sumamente importante mantener la limpieza y desinfección en la cocina, hacer lo mismo con los alimentos y cocinarlos de forma correcta.

Conoce aquí 5 reglas recomendadas por el Dr. Oz para prevenir intoxicaciones durante las Fiestas:

1. Lávese las manos

Cuando una persona se lava las manos antes de cocinar y de comer, reduce el riesgo de intoxicación alimentaria en un 50%.
Los huevos crudos se utilizan en muchas preparaciones culinarias, sin embargo, estos pueden contener bacterias de salmonella. Consejo: trate de utilizar huevos pasteurizados.

3. Tenga cuidado con el pavo

El pavo nunca falta en la cena de Navidad o de Año Nuevo. Sin embargo, hay que tener sumo cuidado con su preparación dado que puede transmitir una bacteria llamada Campylobacter Jejuni. La intoxicación con esta bacteria puede causar dolor abdominal grave.

Se aconseja evitar dejar el pavo fuera de la heladera, sino mantenerlo allí hasta que llegue la hora de cocinarlo. La única forma de verificar que esté bien cocido es utilizando un termómetro (limpie el termómetro luego de cada uso).


Si se colocan en la mesa fuentes con alimentos y cada uno de los comensales se sirve con su tenedor o cuchara, la comida se contaminará y todos correrán el riesgo de intoxicarse. Consejo: sírvale a cada comensal su plato y mantenga los alimentos calientes para servir más cuando sea necesario.

5. Refrigere las sobras

No se recomienda dejar restos de comida a temperatura ambiente durante más de 2 horas. Entre los 40 y los 140 grados las bacterias pueden aparecer.

Utilice recipientes herméticos y poco profundos para que la comida se refrigere rápidamente. No guarde las sobras durante más de 3 o 4 días.

jueves, 24 de enero de 2013

Aumentar el consumo de fibra



Además de regular el tránsito intestinal, la fibra es un nutriente que realiza otras muchas funciones imprescindibles para el organismo, como mejorar la composición bacteriana y normalizar los niveles de glucemia y colesterol.
Para lograr todos estos beneficios es muy importante que consumamos entre 25 y 30 gramos de fibra al día, cantidad que encontraremos fácilmente en diferentes tipos de alimentos vegetales.
Un buen truco para consumir fibra es incluir siempre entre los ingredientes de nuestros platos alguna verdura o legumbre.También es recomendable consumir arroz, pasta, pan integral y tomar varias piezas de fruta fresca sin pelar.
Por último, recuerda que para evitar el riesgo de obstrucción intestinal es imprescindible beber suficiente agua u otros líquidos a lo largo del día.

miércoles, 23 de enero de 2013

COCINA SANA Y LIGERA




Seguramente has pensado muchas veces que te gustaría cambiar de régimen alimenticio para sentirte siempre bien y lucir buena figura. Seguro también que no lo haces porque crees que no tienes tiempo para cocinar alimentos sanos y ligeros, y menos aún para sentarte mucho rato a la mesa. Aquí van unas cuantas ideas para que tus comidas sean siempre sanas, ligeras… y rápidas. 

La tentación de matarse el hambre con cualquier alimento industrial es siempre muy fuerte. Gran parte de los productos que nos ofrece la industria alimenticia son ricos en azúcares, grasas saturadas, conservantes y otros ingredientes malos para la salud, pero saben bien y nuestro paladar se ha acostumbrado a saborearlos. Cambiar estos alimentos por otros más saludables no es tan difícil. Sólo se trata de explorar nuevos sabores y hacer atractivos los platos.


Pocas cosas hay más sanas, ligeras y fáciles de preparar que las ensaladas. La ensalada tradicional consta de pocos ingredientes: lechuga, tomate, pepino y cebolla. Estos cuatro elementos contienen gran cantidad y variedad de vitaminas, pero no quitan el hambre durante mucho tiempo ni aportan todas las calorías que necesitamos para proseguir la jornada.

La variedad de verduras y hortalizas que nos ofrece cada estación es tan grande que resulta muy fácil agregar algunas de ellas a la ensalada tradicional para hacerla más variada y apetitosa.
Hojas tiernas de espinaca, brócoli, zanahorias, apio, remolacha, patata, maíz, aguacate... son algunas de las verduras y hortalizas que caben en cualquier ensalada.

Las legumbres, pastas, arroz y pan tostado aportan al plato hidratos de carbono. Trocitos de jamón, pescado, queso o huevos duros, son ejemplos de alimentos que proporcionan proteínas en la ensalada.

La lista de productos que podemos agregar a la ensalada es larguísima. Y si nos gusta mezclar sabores ¿por qué no incluir fruta cortada en el plato? De nuevo, prácticamente cualquier tipo de fruta -fresca o seca- va bien en una ensalada, que se convierte así en toda una comida -ligera, sana y nutritiva- reunida en un solo plato.


El horno y el microondas son los grandes aliados cuando queremos comer bien y deprisa. 
Entre sus grandes ventajas está que sirven para calentar los alimentos que hemos cocinado antes. Esta no es, sin embargo, su única cualidad: los alimentos guisados o al horno son más saludables que los fritos, y se pueden consumir recalentados o incluso fríos.

Ejemplo de esto son las empanadas o cualquier masa rellena de carne, verdura o pescado. Freírlas requiere dedicarles mucha más atención que si las metemos en el horno o el microondas para que se cocinen. Los fritos no son buenos, porque las grasas animales o vegetales calentadas contribuyen, entre otros problemas, al aumento del colesterol malo y a la obesidad.


En todas las culturas y latitudes, la preparación de carne o pescado asados es muchas veces una ocasión festiva para reunirse con la familia y los amigos alrededor de la parrilla, y esperar que los alimentos se vayan haciendo poco a poco hasta alcanzar su punto exacto.

Las costumbres ancestrales suelen ser las más sabias, y los alimentos asados se cuentan entre los más sanos y sabrosos de la gastronomía de todo el mundo.
La pregunta es ¿y quién puede darse el lujo de tener tiempo para disfrutar de un buen asado? 

Una de las respuestas es el horno casero o el microondas. Aunque no puede compararse un asado en el microondas con uno a la brasa, lo cierto es que los electrodomésticos son buenos aliados cuando queremos preparar algo un poco especial y no disponemos ni del tiempo ni de las posibilidades de montar una parrilla al aire libre.


El papillote es el nombre que recibe la técnica de asar los alimentos dentro de un envoltorio de papel de cocina. Esta creación de la cocina francesa ha sido adoptada por la cocina internacional, y las carnes, pescados o verduras en papillote figuran en las cartas de muchos y buenos restaurantes.

Las ventajas de esta técnica son muchas. La primera es que los alimentos se hacen literalmente en su jugo, por lo que conservan todo su sabor y quedan siempre tiernos. También se hacen mucho antes que en un asado tradicional.
En general, los asados en papillote no llevan mucha grasa, salsas ni condimentos. Por eso, son sanos, ligeros y muy apropiados en los regimenes para adelgazar.

Hablando de salsas, y si queremos comer sano, es mejor prescindir de las envasadas, que tiene muchos colorantes y conservantes, y además engordan. Es mejor hacer las salsas en casa, con ingredientes naturales y con muy poca o ninguna grasa.

martes, 22 de enero de 2013

Menús para cuidar la línea en la oficina



Uno de los grandes peligros de comer de tupper es descuidar la dieta. Te damos unos cuantos consejos y menús para que mantengas el tipo también en el trabajo.

Muchas veces nuestro horario de trabajo nos obliga a tener que comer fuera de casa. Aunque no es lo que más deseamos, es imposible llegar a hacernos nuestra comida favorita en casa y comerla tranquilamente antes de volver al trabajo. Además, ante la crisis aumentan las personas que se llevan el tupper a la oficina, en vez de salir a comer fuera. 

Es por ello que uno de los grandes peligros es el de descuidar la dieta.Caer en los típicos menús del día es una tentación difícil de superar frente a la pereza de tener que cocinar por la noche el día de antes. Te damos algunas recetas ligeras para que, además de ahorrar, cuides la dieta en la oficina.




Tortilla francesa rellena de atún y ensalada verde

Nada más sencillo que hacernos una tortilla francesa con atún. Si quieres, puedes cambiar el atún por lo que más te apetezca: queso, jamón de york, champiñones… Para acompañar, una pequeña ensalada verde de espinacas, canónigos y tomatitos cherry.


Hamburguesas de pollo

Recuerda hacer las hamburguesas con poquito aceite de modo que no te encuentres con un plato grasiento que no ayude a tu dieta. Por supuesto, y aunque te cueste, no debes acompañar la carne con pan, bacon o similares.


Crema natural de calabacín y ensalada de queso fresco

La crema puedes hacerla tú misma en vez de recurrir a los tetra brick de comida precocinada, que siempre será mucho menos sana. Para ello, simplemente dora media cebolla, rehógala con el calabacín y cúbrelo de agua para que cueza. La ensalada, además de queso fresco, puede tener nueces, espinacas y caballa.


Sandwich de salmón y crema de tomate

Un plato fresquísimo ahora que llega la primavera y el buen tiempo. Prepárate un sandwich de pan integral con salmón, unas rodajas de tomate y huevo duro. Para acompañar, nada mejor que crema de tomate o gazpacho andaluz, y si son caseros más saludable será el plato. 
Recuerda que a pesar de que comas fuera de casa, tu comida ha de ser equilibrada. Así, tienes que incluir siempre bebida y postre. La primera puede ser agua o, si quieres bebida antioxidante, puedes llevarte té verde a la oficina, tanto frío como caliente en un termo. El postre iremos alternando nuestra fruta favorita con yogures naturales, con cereales o con frutas. 


Lo más importante de todo es que sepas cómo combinar los distintos platos para que acabes teniendo un menú variado y completo que no llegue a aburrirte en ningún momento. Así, además de cuidarte y mantener el tipo, lograrás aguantar a dieta durante más tiempo.

lunes, 21 de enero de 2013

ESPAGUETI EN SALSA DE TOMATE


Espagueti en salsa de tomate :)


- 2 pqts. de pasta de espagueti
- 2 latas de salsa de tomate
- 1 ajo
- Aceite
- Sal
- Pimienta
- 2 Cucharadas de mantequilla
- Óregano y Albahaca al gusto.



Pon a hervir agua en una olla (aprox. 2Lts), agrega un ajo y un chorrito de aceite. Cuando hierva, agrega la pasta de espagueti. Espera el tiempo necesario para que se cosa (aprox. 9 min, revisa las indicaciones de la pasta en el paquete). Checa la consistencia sacando un espagueti con un tenedor, si al morderlo ves un punto blanco en el centro, pero la pasta esta suave está en su punto ideal: al dente. Apaga la estufa, retira la olla y con cuidado y con ayuda de un colador, escurre. 


En una ollita pequeña pon aceite y mantequilla (el aceite es para hacer más resistente al fuego a la mantequilla, para que no se queme. Usamos mantequilla porque da mejor sabor) deja que se derrita, cuando se derrita la mantequilla, agrega la salsa de tomate, condimenta con sal, pimienta, orégano y albahaca al gusto. Esto ultimo solo unas pizcas, para dar sabor. Deja que hierva la salsa y luego agrégala a la pasta.



Puedes servir con queso rallado -manchego, monterrey, parmesano o cotija- encima.



Acompáñalo con una ensalada verde (lechuga, tomate, cebolla aderezada con una vinagreta -3 partes de aceite, dos de vinagre, sal, pimienta) y con una pechugas rellenas de queso (de esas que venden en paquetito de la fud) ¡y listo! tienes una comida elegante, rica y barata ;)